Recurso Clave
Los combustibles alternativos están revolucionando las rutas de los vehículos. Esto es lo que necesitas saber sobre el impacto en los operadores y cómo está evolucionando la tecnología para satisfacer las necesidades de las flotas de energía mixta.
Tabla de contenidos
- Cómo afectan los combustibles alternativos a las rutas de los vehículos
- Cómo la tecnología puede simplificar el proceso de encaminamiento de vehículos
- Apoyar a los conductores en la transición a los vehículos de combustible alternativo
- Cómo los combustibles alternativos cambiarán la infraestructura del transporte
El mundo está pasando gradualmente de los combustibles fósiles a las fuentes de energía alternativas, y las industrias que operan con vehículos de flota no son una excepción. Este cambio conlleva la necesidad de replantearse las prácticas operativas tradicionales, incluida la asignación de rutas a los vehículos.
La aparición de combustibles alternativos como la electricidad, el hidrógeno (H2) y el gas natural comprimido (GNC) cambiará fundamentalmente la forma de planificar las rutas de los vehículos. Estos cambios repercutirán significativamente en los propietarios y operadores e impulsarán la adopción de nuevas tecnologías para seguir siendo competitivos en sus sectores.
Los próximos años presentarán retos y oportunidades a medida que los operadores de flotas inicien su viaje de transición y descubran nuevas formas de planificar rutas para flotas de energía mixta, que incluirán tanto vehículos de combustible alternativo como de combustión interna. Esto es lo que necesitas saber para prepararte.
Cómo afectan los combustibles alternativos a las rutas de los vehículos
En nuestra transición hacia un futuro propulsado por combustibles alternativos, debemos tener en cuenta los cambios que este cambio conlleva para las rutas de los vehículos. Factores como la disponibilidad de estaciones de repostaje o recarga, los tiempos de repostaje y recarga, y los efectos del tiempo y el clima en el rendimiento de los vehículos se convertirán en consideraciones importantes. Aunque este cambio es positivo en términos de reducción de las emisiones de carbono, estos cambios plantean retos que antes no afectaban a los vehículos con motor de combustión interna (ICE).
Planificación de la disponibilidad de infraestructuras
La accesibilidad y distribución de las estaciones de servicio de combustibles alternativos influirá de varias maneras en la planificación de las rutas. Actualmente, la infraestructura para el H2 y el GNC se centra principalmente en los centros de producción y los grandes depósitos de transporte, lo que a corto plazo limita la accesibilidad. Del mismo modo, la infraestructura de recarga de los vehículos eléctricos (VE) aún está en desarrollo. Afortunadamente, los VE ofrecen más flexibilidad, y las empresas pueden instalar estaciones de carga de VE en lugares más extendidos, incluidos depósitos y almacenes de su propiedad.
La disponibilidad de combustible hace que la planificación de rutas sea un proceso más estratégico. Los vehículos que funcionan con combustibles alternativos probablemente tendrán que utilizar rutas con la infraestructura necesaria, lo que podría suponer un cambio de los modelos de reparto tradicionales.
Además, las características de rendimiento de los VE difieren de las de los vehículos de combustión interna. Mientras que los vehículos de combustión interna tradicionales funcionan mejor a velocidades constantes en autopista, los VE son más eficaces a velocidades más lentas y en el tráfico de parada y arranque. Estas características diferentes pueden influir significativamente en la selección de rutas.
Factores meteorológicos y climáticos
Los vehículos de combustible alternativo, sobre todo los eléctricos, son susceptibles a las condiciones meteorológicas y a los factores climáticos, lo que influye en su rendimiento y, en consecuencia, afecta a la planificación de rutas. En particular, el frío puede reducir la autonomía de los vehículos eléctricos, ya que las baterías proporcionan propulsión y calefacción. A temperaturas bajo cero, puede ser necesario calentar los VE mientras se cargan, lo que exige una planificación minuciosa y posibles ajustes de la ruta.
Por desgracia, las altas temperaturas también pueden afectar al rendimiento de los VE, aunque normalmente en menor medida que el frío. Más aún, los combustibles alternativos como el hidrógeno y el gas natural comprimido muestran menos sensibilidad a las temperaturas extremas, pero los fenómenos meteorológicos graves que afectan a las instalaciones de producción o a las rutas de transporte pueden afectar a la disponibilidad de forma impredecible.
Cualquier estrategia de rutas de combustibles alternativos debe tener en cuenta estos factores climáticos y las condiciones meteorológicas. En muchos casos, suele ser necesario ajustar las rutas para garantizar que estos vehículos alcancen la máxima eficiencia y fiabilidad.
Consideraciones sobre el tiempo de inactividad
Un cambio importante que se introduce al adoptar vehículos de combustible alternativo -especialmente los VE- es el mayor tiempo de inactividad para repostar o recargar. Incluso con las estaciones de carga más rápidas disponibles, los vehículos eléctricos siguen tardando más en recargarse que lo que tarda en llenarse un depósito de combustible convencional. Aunque los tiempos de recarga disminuirán progresivamente con los avances tecnológicos, las empresas deben planificar este tiempo.
Para superar con éxito este reto, las empresas deben incorporar estratégicamente el repostaje y la recarga a sus rutas y horarios, posiblemente haciendo coincidir el tiempo de inactividad con las pausas de los conductores o las horas no operativas. La planificación también debe utilizar la infraestructura de recarga propiedad de la empresa cuando esté disponible, para evitar depender de los cargadores públicos, que pueden estar ocupados, fuera de servicio o no disponibles. Por estas razones, las consideraciones sobre el tiempo de inactividad se han convertido en un aspecto fundamental de la planificación de las rutas de los vehículos en la era de los combustibles alternativos, lo que exige un replanteamiento completo de las prácticas tradicionales.
Cargas útiles y topografía
El peso del vehículo y los cambios de elevación en las rutas también pueden tener un impacto significativo en la autonomía de los VE, e incluir estos factores en tus tiempos y lugares de carga es crucial. Las pruebas han demostrado que los VE que llevan cerca de su carga útil máxima pueden perder casi una cuarta parte de su autonomía, lo que demuestra la importancia de incluir estos factores en tus planes de ruta.
Cómo la tecnología puede simplificar el proceso de encaminamiento de vehículos
Aprovechar el poder de la tecnología es primordial para orquestar con éxito el cambio a vehículos de energías alternativas. Antes de que una flota pueda adaptarse a las nuevas necesidades de rutas, es esencial comprender qué vehículos de la flota son los más adecuados para la transición en función de sus patrones de uso, rutas y costes de vida útil. Los análisis de datos avanzados pueden profundizar en los datos existentes de la flota para identificar los vehículos que pueden ser objeto de una transición más eficaz.
Asimismo, es importante evaluar la infraestructura necesaria para apoyar a estos vehículos. Trazando un mapa de las estaciones de repostaje o carga existentes y futuras, y comparándolas con las rutas frecuentes y los datos de rendimiento de los vehículos, las empresas pueden anticiparse y prepararse para las demandas de infraestructura. Además, las tecnologías pueden predecir dónde podría ser más beneficiosa una infraestructura adicional. Esta planificación estratégica es la base de una planificación eficiente de las rutas y asegura que la transición se realice sin problemas, garantizando la continuidad del negocio.
Ante estos importantes retos operativos, la tecnología ofrece la única solución para simplificar los procesos diarios. Están surgiendo nuevas tecnologías que proporcionan rutas específicas para vehículos eléctricos, muestran los cargadores disponibles y ayudan a las empresas a planificar sus rutas con eficacia. Estas soluciones serán vitales para garantizar que las empresas sigan funcionando con eficacia mientras realizan la transición a los vehículos de energías alternativas.
Apoyar a los conductores en la transición a los vehículos de combustible alternativo
El cambio al combustible alternativo puede suponer un ajuste significativo para muchos conductores, y es imprescindible dar prioridad a la educación y la orientación durante esta transición. Los vehículos eléctricos tienen ciertas características de conducción únicas, como el frenado regenerativo, que pueden resultar desconocidas para quienes están acostumbrados a los vehículos convencionales. Para ayudar a los conductores a aprovechar todo el potencial de estos vehículos y garantizar la confianza en la carretera, es esencial una formación adecuada sobre estos matices.
Además, la razón de ser de la transición debe comunicarse eficazmente a los conductores para que puedan apreciar la importancia y las ventajas del cambio. Esto ayudará a aliviar cualquier ansiedad y garantizará una adopción sin problemas. También es importante tener en cuenta que las rutas de los vehículos propulsados por combustibles alternativos pueden variar respecto a las que están acostumbrados. Dotándoles de los conocimientos adecuados sobre las mejores rutas y las estaciones de carga o repostaje disponibles, puedes hacer que sus desplazamientos sean más eficientes y sin complicaciones. Apoyar a nuestros conductores con una formación completa y recursos no sólo beneficiará a la empresa, sino que también capacitará a las personas al volante para afrontar este cambio con confianza.
Cómo los combustibles alternativos cambiarán la infraestructura del transporte
La adopción generalizada de combustibles alternativos también podría provocar cambios transformadores en nuestra infraestructura de transporte. Muchas empresas están estudiando la posibilidad de instalar estaciones de recarga en sus instalaciones, no sólo para su flota, sino también para uso público. Este enfoque proactivo puede ampliar la red de recarga existente y abrir potencialmente nuevas fuentes de ingresos para las empresas. Estos avances también pueden fomentar un entorno favorable a la adopción del VE entre el público en general, acelerando aún más el cambio hacia los combustibles alternativos.
A mayor escala, es posible que las infraestructuras pesadas, como los nudos de transporte, los centros logísticos y las gasolineras, también tengan que revisar su configuración actual para dar cabida a los vehículos de combustible alternativo. Estos cambios podrían implicar la instalación de estaciones de carga de alta capacidad, la creación de carriles o espacios exclusivos para vehículos eléctricos y la integración de sistemas inteligentes para una gestión eficiente de la energía. Por estas razones, el cambio a los combustibles alternativos marcará el comienzo de una era de innovación para remodelar la infraestructura del transporte y alinearla con prácticas empresariales más sostenibles.
Adaptarse a una nueva era de combustibles alternativos con TN360
La transición a los combustibles alternativos marca un cambio para las operaciones de las flotas, creando nuevos retos y oportunidades de negocio. Sin embargo, con una planificación cuidadosa, una formación adecuada de los conductores y el apoyo de tecnologías avanzadas, las empresas pueden navegar por esta transición con éxito.
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