El transporte es responsable de aproximadamente el 20% de todas las emisiones de dióxido de carbono debido a la quema de combustibles fósiles. Al mismo tiempo, los desplazamientos en vehículo son indiscutiblemente vitales para muchas industrias como el transporte, la construcción y la economía. Los vehículos eléctricos (VE) pueden ayudar a reducir estas emisiones de CO₂, lo que ha llevado a muchos administradores de flotas a plantearse la conversión a una flota eléctrica.
Aunque este proceso puede parecer desalentador al principio, el software de administración de flotas puede simplificar el proceso de transición de muchas maneras diferentes. Además, este software te ofrece una visión holística de tu transición a los vehículos eléctricos, proporcionándote datos procesables e información detallada sobre tus costos operativos. Esto es lo que necesitas saber sobre la transición de tu flota de motores de combustión interna (ICE) a VE.
¿Debería cambiar a vehículos de flota eléctricos?
La cuestión de si hay que convertirse a vehículos eléctricos de flota es una consideración tanto filosófica como práctica. Sin embargo, la respuesta pesa mucho a favor de hacer la transición cuando sea posible, en cualquier caso.
Consideraciones medioambientales
Las ventas mundiales de VE siguen batiendo récords con una fuerte demanda de los consumidores en todos los sectores, incluidos los de vehículos de flota ligeros y pesados. Esto puede atribuirse en parte a las estrategias globales diseñadas para reducir o eliminar las emisiones de carbono, como la estrategia "Road to Zero" del Reino Unido, la Ley de Reducción de la Inflación de Estados Unidos, su enfoque en la energía limpia y la ley de Transición energética en México.
La huella de carbono global del transporte es significativa, pero los vehículos de flota pueden liderar el camino hacia un planeta más sano. La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero por vehículo es significativa a lo largo de la vida de un activo y, cuando se multiplica por toda una flota, una empresa que haga el cambio a vehículos más ecológicos puede empezar a tener un impacto.
Consideraciones prácticas
Más allá de las consideraciones medioambientales de la conversión a una flota de vehículos eléctricos, también hay que tener en cuenta consideraciones financieras. Los consumidores respetuosos con el medio ambiente son más conscientes del impacto medioambiental de las empresas y muchos toman decisiones de compra en consecuencia. Con la transición a una flota de VE, las empresas pueden obtener una ventaja competitiva con estos consumidores y aumentar la rentabilidad.
También es importante tener en cuenta los posibles inconvenientes de prolongar la transición a una flota de vehículos eléctricos. Con las estrategias de emisiones mencionadas anteriormente establecidas por varios gobiernos, el mandato blando de vehículos más ecológicos señala cambios políticos significativos en los próximos años. Al pasar ahora a una flota de vehículos eléctricos, las empresas pueden absorber los costos gradualmente, antes de que aumente la normativa.
Potencialmente, los argumentos más sólidos para la transición a una flota de vehículos eléctricos son los beneficios económicos. El ahorro de costos durante la vida útil de un vehículo eléctrico en comparación con un vehículo de combustión interna es significativo. Además de dejar de depender de los combustibles fósiles y sus precios volátiles, los costos de mantenimiento de un vehículo eléctrico a lo largo de su vida útil también son mucho menores. Por último, cabe señalar que actualmente existen muchos subsidios públicos para aliviar los costos de transición. Sin embargo, a medida que aumente la adopción de vehículos eléctricos, es posible que estos subsidios no estén siempre disponibles, lo que pone de relieve la importancia de plantearse una transición a los vehículos eléctricos cuanto antes.
Cambiar a una flota de vehículos eléctricos
La transición a una flota de vehículos eléctricos requiere una planificación cuidadosa y un conocimiento profundo del impacto en las operaciones de la empresa, incluidos los costos y la formación de los empleados. Además, se requiere un apoyo continuo para garantizar el éxito de la transición. Esto es lo que debes saber sobre el cambio a una flota de vehículos eléctricos.
Fase de planificación
La fase de planificación de una transición a vehículos eléctricos requiere un conocimiento detallado de la situación actual de tu flota. Una transición de la noche a la mañana a vehículos eléctricos no es realista, por eso es necesario comprender cómo se utiliza tu flota actual y en qué orden deben hacerse los cambios para maximizar la rentabilidad.
Para garantizar el éxito de la transición a los vehículos eléctricos, las empresas deben adoptar un enfoque basado en los datos. Esto se debe a la importante inversión que requieren tanto los VE como la infraestructura de recarga necesaria para apoyarlos. Para tomar decisiones con conocimiento de causa, las empresas necesitan acceder a datos que tengan en cuenta la viabilidad, los costos y la continuidad del negocio.
La buena noticia es que la información se encuentra en las plataformas telemáticas y con la segmentación adecuada del tipo de vehículo y la comprensión de los datos clave en los que centrarse, los operadores de flotas pueden elaborar un plan de transición basado en datos.
Segmentación por tipo de vehículo
Tu flota debe segmentarse por tipo de vehículo para evaluar cómo se utilizan los distintos vehículos dentro de la empresa, con el fin de valorar su capacidad para la transición. Este enfoque te ayudará a identificar qué modelos de VE podrían sustituir de forma viable a los vehículos existentes de la flota. La segmentación recomendada sería:
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Vehículos de pasajeros
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Vehículos comerciales ligeros pequeños (menos de 3,5 toneladas de peso bruto máximo)
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Vehículos comerciales ligeros grandes (entre 3,5 y 7,5 toneladas de peso bruto máximo)
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Vehículo de carga pequeño (entre 7,5 y 18 toneladas de peso bruto máximo)
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Vehículo de carga grande (más de 25 toneladas de peso bruto máximo)
Tres datos clave
Para planificar eficazmente una transición al VE, hay tres datos clave en los que deben centrarse las empresas. Se puede acceder a esta información a través de informes en una plataforma telemática y segmentados por los tipos de vehículos creados. Los tres puntos de datos clave son:
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Ciclos de trabajo. Esta información incluye cuánto y cuándo se utiliza un vehículo. Para un VE, el número de días a la semana que se utiliza un vehículo y la media de kilómetros por periodo de medición son vitales a la hora de calcular la viabilidad de la transición.
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Tiempo de permanencia y ubicación. Estos datos indican dónde están fuera de servicio los vehículos y la cantidad de tiempo que pasan en esos lugares. Esta información es crucial para evaluar los requisitos de carga de una flota de VE y puede ayudar a planificar una infraestructura de carga óptima.
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Lugares de viaje. Conocer la frecuencia con la que los vehículos entran en zonas de bajas emisiones y de congestión puede ayudar a identificar ahorros en costos que pueden incluirse en los cálculos del costo total de propiedad. Esto puede reforzar los argumentos a favor de la transición al VE.
Fase de ejecución
La información sólo es útil cuando se pone en práctica. Por eso, la fase de ejecución requiere la aprobación de los responsables internos. He aquí algunos de los factores y datos clave necesarios para tomar decisiones con conocimiento de causa.
Costo total de propiedad
Habrá que tener en cuenta todos los costos asociados a la propiedad y el funcionamiento de los vehículos eléctricos durante todo su ciclo de vida. Esto incluye el precio de compra, los costos de mantenimiento, el seguro, el combustible y los costos de recarga. Los responsables de la toma de decisiones querrán comparar el costo total de propiedad de los vehículos eléctricos con el de sus actuales vehículos de gasolina o diésel para determinar los posibles ahorros o costos adicionales.
Métricas de consumo de combustible
Las métricas de consumo de combustible pueden ayudar a los responsables de la toma de decisiones a comprender la viabilidad de utilizar vehículos de flota eléctricos en sus casos específicos de uso, identificando la autonomía por carga, el consumo de energía por kilómetro y los tiempos de carga. Estos datos pueden compararse con otros similares de vehículos de flota tradicionales con motor de combustión interna.
Infraestructura de carga
Los responsables de la toma de decisiones tendrán que considerar si necesitarán instalar estaciones de carga en sus instalaciones o si dependerán de la infraestructura de carga pública. También querrán comprender las implicaciones en términos de costos y tiempo de la recarga de sus vehículos y si tendrán que ajustar sus operaciones para adaptarse a los tiempos de recarga.
Incentivos públicos
Los incentivos y descuentos públicos pueden reducir significativamente los costos iniciales de la compra de vehículos eléctricos para flotas, haciéndolos más viables desde el punto de vista financiero. Los responsables de la toma de decisiones querrán saber qué incentivos hay disponibles en su región y cuánto pueden ahorrar.
Impacto medioambiental
Uno de los principales beneficios de la transición a vehículos de flota eléctricos es la reducción del impacto medioambiental, incluidas las menores emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes. Las partes interesadas necesitarán comprender las posibles ventajas medioambientales del cambio a los vehículos eléctricos. Esto incluye cualquier requisito normativo que deban cumplir.
Disponibilidad y adecuación de los vehículos
Los vehículos de la flota deberán ser adecuados para las necesidades de la empresa. Esto incluye factores como el tamaño del vehículo, la capacidad de carga y la autonomía. Los equipos directivos también deberán tener en cuenta factores como el firme de las carreteras y las distancias de conducción para determinar el mejor curso de acción para la transición a una flota de vehículos eléctricos.
Formación de los empleados
La transición a vehículos de flota eléctricos requerirá la formación de los empleados para garantizar que los conductores y el personal de mantenimiento estén familiarizados con la nueva tecnología, incluidas las necesidades operativas y de mantenimiento. Los responsables de la toma de decisiones deberán tener en cuenta el tiempo y los costos que implica la formación de los empleados, así como la formación continua y el apoyo necesarios para mantenerse al día de cualquier cambio en la tecnología.
Fase de mantenimiento
La clave del éxito a largo plazo de cualquier proyecto es el apoyo continuo y la flexibilidad. El futuro es siempre un objetivo en movimiento para los operadores y tu sistema tiene que poder adaptarse a medida que tu empresa crece y cambia. Además, tus sistemas y tu software deben ser lo suficientemente fáciles de usar como para garantizar que estos cambios puedan realizarse con relativamente poco tiempo de inactividad y pérdida de eficacia.
A medida que más empresas inician el proceso de transición a los VE, muchas flotas incluirán tanto vehículos de combustión interna como VE. Por esta razón, tu software telemático también tendrá que ser capaz de gestionar tanto los vehículos ICE como los VE desde una sola plataforma, para garantizar la eficacia de las operaciones cotidianas.
Como con cualquier cambio, es fundamental que tú y tu empresa estén seguros de la decisión que se está tomando, y que tu equipo confíe en el plan de transición. Las preocupaciones sobre cuestiones clave como la ansiedad por la autonomía y la idoneidad del vehículo pueden abordarse siguiendo un enfoque basado en datos, que demuestre que la empresa dispone de la infraestructura de carga adecuada y que tiene el vehículo correcto para el trabajo que realiza.